Acabo de realizar mi primera meditación zen... Esta meditación se lleva a cabo de la siguiente manera, en una postura de flor de loto, o similar, con las piernas cruzadas, las orejas alineadas con los hombros, y la nariz con el ombligo, los pulgares, unidos, la mano izquierda sobre la derecha. Al tomar esa posición, hay que escuchar y darse cuenta de como realizamos la respiración abdominal y, claro sentir el cuerpo.
Este ejercicio dura 20 minutos, solamente 20 minutos.
Fue una batalla colosal con mi mente. Me llevó a lugares insospechados... Pero regresaba al trabajo, conforme me daba cuenta en la respiración, la respiración me mantenía en el aquí y en el ahora. La mente me provocó dolor en el cuerpo, la espalda media se tensó, se me durmieron las piernas... El cuello se me tensó igual.
Pero la mente, la mente se portó extraordinariamente tramposa; el ego se defendió con todo lo que pudo. Llegaron pensamientos más elaborados cada vez más. Tuve que detener el ejercicio varías veces, vi el reloj, se me hizo eterno los 20 minutos.
Y lo peor, en estos momentos que estoy escribiendo mi experiencia, me llegan sensaciones de querer vomitar, de un dolor de cabeza y de nauseas... he estado eructando.
Quería gritar y decir: "dejame en paz"
Uta.... mañana lo voy a hacer de nuevo....
Terminare el día con los pases mágicos...
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