¿Qué es el management?
Es la satisfacción de las necesidades humanas de diversos tipos, y no sólo las económicas, y la manera en como se involucran las personas, en los procesos para satisfacer sus propias necesidades.
Para ello, las personas, en especial, los gerentes, necesitan enfrentarse a los siguientes desafíos:
1.- Tomar conciencia en profundidad del nuevo marco de referencia que le permita interpretar la realidad.
2.- Gestionar el cambio adecuadamente, abandonando la comodidad.
3.- Desarrollar la capacidad para gestionar la incertidumbre y el miedo.
4.- Reenfocar el centro de atención a la persona para mantener un equilibrio personal.
Asimismo, se requieren las siguientes competencias:
- Visión amplia.
- Pensamiento paradójico
- Conocimiento intuitivo.
- Impecabilidad.
Fuentes:
1) Rosanas, J. Pero ¿qué es el management? Revista de antiguos alumnos. IEEM.
2) Sutil L. (2011).- El management del siglo XXI: neuromanagement. Universidad Rey Juan Carlos. España
Se presenta información de corte científico para su conocimiento y divulgación.
viernes, 22 de noviembre de 2013
domingo, 21 de julio de 2013
Clase Media
Todos hemos escuchado hablar acerca de la clase media, pero ¿qué es la clase media? ¿Cuándo surge?
La clase media surge en Francia e Inglaterra, en el siglo XVIII, antes de los movimientos sociales e industriales que cambiaron al mundo. En Francia, la clase media llegó a exigir al Rey Luis XVI la aceptación del tercer estado, la creación de una asamblea nacional y el cobro de impuestos a la aristocracia y al clero, entre otras cosas, situaciones que no fueron aceptadas por el Rey, por lo que la clase media dio inicio al movimiento social conocido como "Revolución Francesa".
En Inglaterra, las fuerzas económicas originaron, encausando la creación de nuevos medios de producción, originando así la "Revolución Industrial".
En México, después del proceso llamado "institucionalización del país", entre 1940 y 1970, surge un modelo económico conocido como "desarrollo estabilizador", el cual buscaba, entre otras cosas, la sustitución de importaciones, la protección de la industria nacional y la creación de la clase media.
Sin embargo, durante la década de los 70 y 80 del siglo pasado, la llamada clase media se vio golpeada por las crisis económicas del país. Pero no es sino hasta en las elecciones intermedias de 1997, cuando se hace presente la clase media del país, ya que por primera vez, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pierde la mayoría en el Congreso de la Unión, situación que se repite en las elecciones de 2000 y que además, el PRI pierde las elecciones presidenciales, entregando el poder en paz (cabe hacer notar dicha situación, ya que el líder sindical Fidel Velázquez alguna vez comentó lo siguiente: llegamos al poder por las armas, por las armas lo vamos a perder).
Pero ¿la clase media tuvo algo que ver en las elecciones? Hay que tomar en cuenta algo, que todos los partidos cuentan con sus votos duros, los votos que tienen de sus seguidores, de sus fuerzas populares, agremiados, sindicatos, etc. Claro ejemplo es el Frente Popular Francisco Villa, que entrega los votos de sus agremiados al Partido de la Revolución Democrática (PRD), a cambio de departamentos.
Sin embargo, el voto que queda en el aire, el que busca la estabilidad económica, las libertades sociales, culturales, religiosas y políticas, es el voto que busca la mejor opción. Es el voto de los electores libres y críticos que forman la clase media y que llevaron a Vicente Fox Quezada a sacar al PRI de los Pinos; el que llevó a Felipe Calderon Hinojosa, según los autores del libro "clasemediero", a que ganara sobre Andres Manuel López Obrador, y el que llevó nuevamente al PRI a los Pinos con Enrique Peña Nieto.
Se puede decir mucho al respecto, se puede hablar de los votos comprados, de la repartición de tarjetas del Soriana, del reparto de vacas, gallinas, despensas, etc., sin embargo, si no se toma en serio el voto creciente de la clase media y lo que busca ésta, los políticos, sobre todo, ciertos políticos, no van a pasar de las manifestaciones y de las tomas de avenidas principales de las ciudades del país.
Los datos del INEGI de 2012, mencionan que el 39.2% de la población en México es de clase media, mientras que el 1.7% de clase alta y el 59.1% de clase baja. Lo anterior significa, en millones de personas lo siguiente: de una población de 112 millones de personas, 44 millones de personas se clasifican oficialmente de clase media, mientras que 66.4 millones son de clase baja, y el resto (1.9 millones) son de clase alta.
Dichas cifras se pueden ver desde dos vertientes, como el anuncio del Heraldo de México, como un vaso medio vacío o como un vaso medio lleno. Podemos brincar y arrancarnos nuestras vestiduras y gritar que el neoliberalismo no ha ayudado a mejorar el nivel de vida de esos 64 millones de personas, que el TLC ha limitado las oportunidades de esos millones de personas, que ha aumentado la pobreza y las condiciones de marginación.
Pero, por el otro lado, se puede mencionar que una tercera parte de la población en México, es de clase media, la clase media que ha ayudado al progreso de naciones enteras, la que consume, la que produce y la que crea conocimiento.
La clase media es la que desarrolla negocios, la que busca un mejor nivel de vida, la que busca una mayor participación en la vida política en las naciones, claro ejemplo de ello, son los movimientos de la llamada "Primavera Árabe", los movimientos en Brasil y en España.
Son los que buscan la estabilidad económica y política, que ejercer su libertad para desarrollar habilidades y aptitudes, para emprender y crear negocios, y empleos, y así mejorar su nivel de vida y, a su vez, mejorar el nivel de vida de nuestros empleados. La clase media somos los emprendedores.
¿Qué tan importante es la clase media en México? Tan importante que grandes empresas multinacionales buscan asociarse o hacer negocios en el país, como es el caso de Heneken con la cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma,; la empresa Anheuser, que compró las acciones del grupo Modelo; la creación de la armadora Audi en el Estado de Puebla; la creación de la zona industrial en Guanajuato; el corredor industrial aeronáutico en Querétaro, entre otras, por la importancia que empieza a tener el mercado mexicano emergente a nivel mundial.
También se tiene que reconocer el nivel de violencia e inseguridad que se tiene en muchos rincones del país, derivado, según mi opinión, de la falta de oportunidades laborales y educativas en las décadas pasadas.
Es cierto que hace falta mucho por hacer, pero siempre hay mucho por hacer, y la clase media es un motor clave en este desarrollo, aunque al final, eso depende de cada uno de nosotros, el hacer las cosas para que mejore el nivel de vida de nosotros, de nuestras familias, de nuestra comunidad y en consecuencia, de nuestro país.
La clase media surge en Francia e Inglaterra, en el siglo XVIII, antes de los movimientos sociales e industriales que cambiaron al mundo. En Francia, la clase media llegó a exigir al Rey Luis XVI la aceptación del tercer estado, la creación de una asamblea nacional y el cobro de impuestos a la aristocracia y al clero, entre otras cosas, situaciones que no fueron aceptadas por el Rey, por lo que la clase media dio inicio al movimiento social conocido como "Revolución Francesa".
En Inglaterra, las fuerzas económicas originaron, encausando la creación de nuevos medios de producción, originando así la "Revolución Industrial".
En México, después del proceso llamado "institucionalización del país", entre 1940 y 1970, surge un modelo económico conocido como "desarrollo estabilizador", el cual buscaba, entre otras cosas, la sustitución de importaciones, la protección de la industria nacional y la creación de la clase media.
Sin embargo, durante la década de los 70 y 80 del siglo pasado, la llamada clase media se vio golpeada por las crisis económicas del país. Pero no es sino hasta en las elecciones intermedias de 1997, cuando se hace presente la clase media del país, ya que por primera vez, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pierde la mayoría en el Congreso de la Unión, situación que se repite en las elecciones de 2000 y que además, el PRI pierde las elecciones presidenciales, entregando el poder en paz (cabe hacer notar dicha situación, ya que el líder sindical Fidel Velázquez alguna vez comentó lo siguiente: llegamos al poder por las armas, por las armas lo vamos a perder).
Pero ¿la clase media tuvo algo que ver en las elecciones? Hay que tomar en cuenta algo, que todos los partidos cuentan con sus votos duros, los votos que tienen de sus seguidores, de sus fuerzas populares, agremiados, sindicatos, etc. Claro ejemplo es el Frente Popular Francisco Villa, que entrega los votos de sus agremiados al Partido de la Revolución Democrática (PRD), a cambio de departamentos.
Sin embargo, el voto que queda en el aire, el que busca la estabilidad económica, las libertades sociales, culturales, religiosas y políticas, es el voto que busca la mejor opción. Es el voto de los electores libres y críticos que forman la clase media y que llevaron a Vicente Fox Quezada a sacar al PRI de los Pinos; el que llevó a Felipe Calderon Hinojosa, según los autores del libro "clasemediero", a que ganara sobre Andres Manuel López Obrador, y el que llevó nuevamente al PRI a los Pinos con Enrique Peña Nieto.
Se puede decir mucho al respecto, se puede hablar de los votos comprados, de la repartición de tarjetas del Soriana, del reparto de vacas, gallinas, despensas, etc., sin embargo, si no se toma en serio el voto creciente de la clase media y lo que busca ésta, los políticos, sobre todo, ciertos políticos, no van a pasar de las manifestaciones y de las tomas de avenidas principales de las ciudades del país.
Los datos del INEGI de 2012, mencionan que el 39.2% de la población en México es de clase media, mientras que el 1.7% de clase alta y el 59.1% de clase baja. Lo anterior significa, en millones de personas lo siguiente: de una población de 112 millones de personas, 44 millones de personas se clasifican oficialmente de clase media, mientras que 66.4 millones son de clase baja, y el resto (1.9 millones) son de clase alta.
Dichas cifras se pueden ver desde dos vertientes, como el anuncio del Heraldo de México, como un vaso medio vacío o como un vaso medio lleno. Podemos brincar y arrancarnos nuestras vestiduras y gritar que el neoliberalismo no ha ayudado a mejorar el nivel de vida de esos 64 millones de personas, que el TLC ha limitado las oportunidades de esos millones de personas, que ha aumentado la pobreza y las condiciones de marginación.
Pero, por el otro lado, se puede mencionar que una tercera parte de la población en México, es de clase media, la clase media que ha ayudado al progreso de naciones enteras, la que consume, la que produce y la que crea conocimiento.
La clase media es la que desarrolla negocios, la que busca un mejor nivel de vida, la que busca una mayor participación en la vida política en las naciones, claro ejemplo de ello, son los movimientos de la llamada "Primavera Árabe", los movimientos en Brasil y en España.
Son los que buscan la estabilidad económica y política, que ejercer su libertad para desarrollar habilidades y aptitudes, para emprender y crear negocios, y empleos, y así mejorar su nivel de vida y, a su vez, mejorar el nivel de vida de nuestros empleados. La clase media somos los emprendedores.
¿Qué tan importante es la clase media en México? Tan importante que grandes empresas multinacionales buscan asociarse o hacer negocios en el país, como es el caso de Heneken con la cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma,; la empresa Anheuser, que compró las acciones del grupo Modelo; la creación de la armadora Audi en el Estado de Puebla; la creación de la zona industrial en Guanajuato; el corredor industrial aeronáutico en Querétaro, entre otras, por la importancia que empieza a tener el mercado mexicano emergente a nivel mundial.
También se tiene que reconocer el nivel de violencia e inseguridad que se tiene en muchos rincones del país, derivado, según mi opinión, de la falta de oportunidades laborales y educativas en las décadas pasadas.
Es cierto que hace falta mucho por hacer, pero siempre hay mucho por hacer, y la clase media es un motor clave en este desarrollo, aunque al final, eso depende de cada uno de nosotros, el hacer las cosas para que mejore el nivel de vida de nosotros, de nuestras familias, de nuestra comunidad y en consecuencia, de nuestro país.
viernes, 29 de marzo de 2013
El vidente
... Clara explicó que la recapitulación nos revela una faceta crucial de nuestro ser: el hecho de que por un instante, justo antes de clavarnos en cualquier acto, somos capaces de determinar acertadamente su resultado, nuestras posibilidades, motivos y expectativas. Este conocimiento nunca coincide con lo que consideramos conveniente o satisfactorio, de modo que lo anulamos instantáneamente.
- ¿Qué quieres decir con eso Clara?
- Quiero decir que tú, por ejemplo, supiste por una fracción de segundo que cometerías un error fatal al brincar sobre el podio del auditorio para interrumpir el programa, pero reprimiste esta certeza de inmediato, por varias razones. También supiste, por un instante, que habías dejado de practicar el karate por sentirte ofendida al no recibir alabanzas o reconocimiento. Pero encubriste este conocimiento en el acto con otra explicación, más halagüeña para ti misma: el hartazgo con la hipocresía de los demás.
Clara indicó que ese momento del conocimiento directo fue llamado "el vidente" por las personas que primero formularon la recapitulación, porque durante ese momento podemos ver de manera directa las cosas, con los ojos despejados. Sin embargo, a pesar de la claridad y precisión de las evaluaciones del vidente, nunca le prestamos atención ni le damos al vidente la oportunidad de hacerse escuchar. Por medio de esta continua supresión sofocamos su crecimiento e impedimos que desarrolle su pleno potencial.
- Al final, el vidente en nuestro interior se llena de amargura y odio ...
Taisha Abelar. Donde cruzan los brujos. Ed. booket.
- ¿Qué quieres decir con eso Clara?
- Quiero decir que tú, por ejemplo, supiste por una fracción de segundo que cometerías un error fatal al brincar sobre el podio del auditorio para interrumpir el programa, pero reprimiste esta certeza de inmediato, por varias razones. También supiste, por un instante, que habías dejado de practicar el karate por sentirte ofendida al no recibir alabanzas o reconocimiento. Pero encubriste este conocimiento en el acto con otra explicación, más halagüeña para ti misma: el hartazgo con la hipocresía de los demás.
Clara indicó que ese momento del conocimiento directo fue llamado "el vidente" por las personas que primero formularon la recapitulación, porque durante ese momento podemos ver de manera directa las cosas, con los ojos despejados. Sin embargo, a pesar de la claridad y precisión de las evaluaciones del vidente, nunca le prestamos atención ni le damos al vidente la oportunidad de hacerse escuchar. Por medio de esta continua supresión sofocamos su crecimiento e impedimos que desarrolle su pleno potencial.
- Al final, el vidente en nuestro interior se llena de amargura y odio ...
Taisha Abelar. Donde cruzan los brujos. Ed. booket.
viernes, 1 de marzo de 2013
Ser guerrero
- ... Decía que un guerrero no sentía compasión por nadie. Para e´l, sentir compasión implicaba desear que la otra persona fuese como uno, estuviese en el lugar de uno y que ésa es la razón por la que se da una mano... Lo más difícil del mundo, para un guerrero, es dejar ser a los otros... La impecabilidad de un guerrero consiste en dejar de ser y apoyar a los demás en lo que realmente son. Desde luego, eso implica confiar en que los otros son también guerreros impecables.
- ¿Y si no son guerreros impecables?
- Entonces tu deber es ser impecable y no decir palabra.
Ya don Juan me había enfrentado con el dilema de no poder ayudar a mis semejantes en modo alguno. En realidad, para él, todo esfuerzo de nuestra parte en ese sentido era un acto arbitrario determinado por nuestro propio interés.
Un día, estando juntos en la ciudad, alcé un caracol que se hallaba en medio de la calzada y lo llevé a lugar seguro, bajo una parras. Estaba convencido de que, de dejarlo donde lo había encontrado, tarde o temprano alguien lo habría pisado. Pensaba que, al ponerlo fuera de peligro, lo había salvado.
Don Juan señaló que mi suposición era muy superficial, puesto que no había tomado en cuenta dos posibilidades. Una de ellas consiste en que el caracol quizás estaba huyendo de una muerte segura por envenenamiento de parra; la otra, en que el caracol poseyese el poder personal suficiente para atravesar la calzada. Mi intención no sólo no lo había salvado, sino que le había hecho perder lo que hubiera ganado muy penosamente.
Naturalmente, quise devolver el caracol al lugar en que lo había hallado, pero no me lo permitió. Dijo que era el destino del caracol el que un idiota se cruzase en su sendero y le echase a perder lo mejor de su ímpetu. Si lo dejaba donde lo había puesto, era probable que volviese a reunir el poder necesario para alcanzar su objetivo.
Carlos Castaneda. El segundo anillo del poder. Págs. 293 y 294.
- ¿Y si no son guerreros impecables?
- Entonces tu deber es ser impecable y no decir palabra.
Ya don Juan me había enfrentado con el dilema de no poder ayudar a mis semejantes en modo alguno. En realidad, para él, todo esfuerzo de nuestra parte en ese sentido era un acto arbitrario determinado por nuestro propio interés.
Un día, estando juntos en la ciudad, alcé un caracol que se hallaba en medio de la calzada y lo llevé a lugar seguro, bajo una parras. Estaba convencido de que, de dejarlo donde lo había encontrado, tarde o temprano alguien lo habría pisado. Pensaba que, al ponerlo fuera de peligro, lo había salvado.
Don Juan señaló que mi suposición era muy superficial, puesto que no había tomado en cuenta dos posibilidades. Una de ellas consiste en que el caracol quizás estaba huyendo de una muerte segura por envenenamiento de parra; la otra, en que el caracol poseyese el poder personal suficiente para atravesar la calzada. Mi intención no sólo no lo había salvado, sino que le había hecho perder lo que hubiera ganado muy penosamente.
Naturalmente, quise devolver el caracol al lugar en que lo había hallado, pero no me lo permitió. Dijo que era el destino del caracol el que un idiota se cruzase en su sendero y le echase a perder lo mejor de su ímpetu. Si lo dejaba donde lo había puesto, era probable que volviese a reunir el poder necesario para alcanzar su objetivo.
Carlos Castaneda. El segundo anillo del poder. Págs. 293 y 294.
domingo, 17 de febrero de 2013
Impecabilidad
Fuente: Carlos Castaneda, El segundo anillo del poder. Página 268.
miércoles, 6 de febrero de 2013
Discusiones bizantinas
... Si tu padre o tu abuelo se hubiesen propuestos ser guerreros impecables - prosiguió Don Juan -, no habrían perdido el tiempo en discusiones bizantinas. Hay que dedicar todo el tiempo y toda la energía para poder superar la propia estupidez. Y eso es lo importante. El resto no vale la pena. Nada de lo que tu padre y tu abuelo dijeron acerca de la Iglesia les proporcionó bienestar. En cambio, el ser un guerrero impecable te dará vigor y juventud y poder. De modo que lo debes hacer es es escoger sabiamente...
Carlos Cataneda. El segundo anillo del poder. Pág. 232.
Carlos Cataneda. El segundo anillo del poder. Pág. 232.
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